"Roberto CALERO se convierte en leyenda, (aunque ya lo era desde hace tiempo), además de los otros seis reconocidos. Pero el colegiado por un motivo especial, ser el primer árbitro que ingresa en el Hall of Fame colegial.
Una distinción imprescindible y necesaria para reconocer los valores de la Copa, y lo que nos importa, dar cabida a un estamento tan necesario para que todo salga a pedir de boca".
Así hablaba el artículo que ha publicado la Copa Colegial sobre nuestro compañero Roberto CALERO en la ceremonia de entrada al Hall of Fame.

Hoy comienza la Copa Colegial 2024 en Madrid y nosotros hemos querido hablar con él, para que nos cuente un poco qué ha supuesto para él este nombramiento y así acercarle un poco más a aquellos que no le conocen.

P: Para quien no la conozca ¿Qué es la Copa Colegial ?

R: Surge como complemento de la ABC, para vincular a todos los equipos con 5 colegios para empezar a disputar partidos a partido único localmente, luego provincialmente y luego a nivel nacional. Esta idea de los Pablos, Martinez y Carabias, paso primero a Madrid como Copa Colegial y desde hace dos años a nivel nacional.

Es un baloncesto de patio de colegio, en el que sólo participan alumnos inscritos en ese año. Implica a padres, alumnos, afición, equipos, jefes de estudios, mascotas, animadoras y, sobre todo y ante todo, a los árbitros con el rol de formadores o profesores durante el partido. La competición se disputa a partido único, por lo que la locura de los viernes es impresionante, mucha tensión, pero siempre en el marco de la educación y respeto al deporte y a todos los que lo forman.

P: Has entrado en el Hall of Fame de la Copa Colegial tras una votación en la que ganaste con un 37% de los votos. ¿Qué significa para ti formar parte de la historia de este torneo? ¿Cómo fue la experiencia y quién te acompaño?

R: Entrar en un salón de la fama siendo el primer árbitro es un honor, porque normalmente debemos pasar desapercibidos. Hacerlo en la Copa Colegial es un sueño. Ambas cosas son un premio que recojo en nombre de todos mis compañeros, que me ayudaron a conseguirlo. Siento orgullo por el reconocimiento y la labor de estas casi 4 décadas, además de una gran responsabilidad por pertenecer a esta institución y alegría por la recompensa en mi jubilación (solo como árbitro, ojo).

Conmigo estuvo Rafa Fernández, alguien que me ha ayudado siempre a crecer en todos estos años. Estuvo mi mujer, sin ella esto no sería posible. ¡Además, ella soñó antes esto que yo! Represento a toda mi familia. Ser árbitro sin el apoyo familiar es imposible.

P: Han sido 37 temporadas en activo (1985-2021), 19 años arbitrando la copa colegial, antes Series Colegiales. (2002-2021), 17 finales, que durante 4 años se hicieron conjuntas las masculina y femenina, serian 21, 4 ALLSTAR, 3 PEQUECOPA y 227 partidos. ¿Con que te quedas de la Copa o que te ha dado o enseñado para tu vida habitual?

R: El ser árbitro, es para toda la vida, te cambia, te haces más justo, más analítico y calculador, para intentar tomar la decisión más adecuada. Esto lo haces en tu vida normal, eso al menos dicen mis hijas. A mí me ha moldeado como persona, pero la Copa Colegial me ha dado una visión formativa, pues el baloncesto dentro de los colegios y como ellos lo han moldeado, es una gran responsabilidad, pues arbitramos, pero formando, y estamos haciendo deporte, pero instruyendo. Es una visión que intento aplicar en mi trabajo.

P:¿Alguna anécdota que no hayas contado?

R: En el 2010, fui a arbitrar un partido de Copa Colegial al Colegio JOYFE. Al entrar en el vestuario común vi que lo compartía con los peques que nadan o hacen otros deportes. Cuando me pongo la camiseta de árbitro, los pequeños cuchichean y el más listo de la clase me reconoce y pregunta con quién voy. Le digo que "no voy nunca con nadie". A lo que corre a su mochila y me dice que me da su chuche si gana su equipo. Le digo que "no puedo hacerlo, sería muy malo para sus jugadores porque no se esforzarían". Cogí mis cosas y me fui a comenzar el partido. Durante el partido le vi animando mucho y recuerdo que gano su equipo. En el 2017, volví al mismo colegio y ese mismo chaval ya más crecido estaba calentando y al vernos, nos reconocimos y nos abrazamos sonriendo. Le dije “Sin esforzarte, no estarías aquí, con las chuches seguro que seguirías en la grada”. No sé lo que hicieron esa temporada, pero seguro que lo dieron todo.

Sin duda alguna, Roberto CALERO es un hombre único.
¡Felicidades por este premio!